Cuando a la tripulación de la nave Enterprise le ordenan que regrese a casa, descubren una imparable y terrorífica fuerza que, desde dentro de su organización, ha hecho saltar por los aires la flota y todo lo que esta representa, sumiendo al mundo en una profunda crisis. Con un asunto personal que resolver, el capitán Kirk encabeza una incursión a un planeta en guerra para capturar a un hombre que es un arma de destrucción masiva. A medida que nuestros héroes se van sumergiendo en una épica partida de ajedrez a vida o muerte, el amor se verá puesto a prueba, las amistades se romperán, y habrá que hacer ciertos sacrificios por la única familia que le queda a Kirk: su tripulación.
Épica, dramática y humana. Así podemos resumir lo que esta secuela de la saga de Star Trek nos hace sentir. J. J. Abrams, el director (quien también realizo la película del 2009), dota a la película del ritmo preciso, porque es lento en los momentos tensos, y trepidante cuando aparece la acción y lo espectacular, en donde pondrá a la mayoría de los personajes al extremo de sus decisiones, haciendo una interesante reflexión sobre la amistad, las elecciones y la responsabilidad.
En el plano interpretativo, destacan Chris Pine, ya que su personaje, el capitán James T. Kirk, llega a madurar a lo largo de la película, dejando de lado su soberbia y autosuficiencia, llegando incluso a arriesgar su vida por los que considera sus amigos. Spock, encarnado por Zachary Quinto, demuestra conflictos existenciales por su naturaleza vulcana, que hace que resuelva todo a través de la lógica, y sus sentimientos humanos, que lo llevan a cometer actos sorprendentes. Pero el que se lleva todas las palmas es Benedict Cumberbatch, interpretando a Khan, un individuo misterioso, que buscara destruir a toda costa los cimientos de la Flota Estelar, llevando un secreto y un plan maestro que poco a poco será revelado; ayuda en esto la presencia escénica y la voz del actor ingles, que inspira respeto. Los demás personajes cumplen con sus papeles, entre los mejor desarrollados esta Scotty (Simon Pegg), Carol (Alice Eve) y el capitán Pike (Bruce Greenwood)
Lo más destacado de este largometraje es el aspecto visual, imponente, majestuoso, apoyado a su vez de excelentes y creíbles efectos visuales, con una banda sonora sobresaliente. También hay que elogiar el excelente diseño de producción, ya que todos los escenarios tienen un nivel de detalle minucioso, primordial en este tipo de cintas. Y punto a destacar es los giros argumentales del guion, que son sorprendentes. Sin embargo, es preciso anotar que el final es un poco acelerado, se siente algo forzado y no termina de convencer, y eso le resta un poco de calidad a la película.
Al asumir un puesto de mando, el poder que llegamos a poseer nos obnubila y nos hace sentir infalibles, volviéndonos arrogantes y presuntuosos, poniendo en riesgo la estabilidad de nuestros subordinados. Por otro lado, el deseo de venganza, que puede ser tan grande al grado de que no te importen las personas a las cuales afecte, puede tener orígenes diversos, en este caso, aprovecharse de tu talento, convirtiéndote en un simple instrumento. Muy buena película, redefiniendo la saga trekkie, con actuaciones solventes, soberbios efectos visuales, y una trama envolvente, muy recomendable.
LO MEJOR:
- El guion.
- Los efectos visuales.
- Las actuaciones de Chris Pine, Benedict Cumberbatch y Zachary Quinto.
- El montaje.
- La banda sonora.
LO PEOR:
CALIFICACIÓN: 5/5
País: Estados Unidos
Año: 2013.
Director: J.J. Abrams
Guión: Alex Kurtzman, Damon Lindelof, Roberto Orci (Serie original: Gene Roddenberry)
Actores: Chris Pine, Zachary Quinto, Zoe Saldana, Benedict Cumberbatch, Karl Urban, Simon Pegg, Alice Eve, Bruce Greenwood
Música: Michael Giacchino
Duración: 129 minutos.
Calificación: Mayores de 14 años
Sitio Oficial: http://www.startrekmovie.com/