jueves, 5 de abril de 2012

WRATH OF THE TITANS, o el poco respeto a los dioses


Han pasado diez años desde que Perseo derroto al Kraken. Renuncio a una vida junto a los dioses para vivir como pescador junto a su hijo, Helios. Mientras tanto, Hades y su sobrino Ares traicionan a Poseidón y Zeus y utilizar ese poder para liberar a Cronos. Perseo se ve obligado a luchar de nuevo, junto a Andrómeda y Agenor, un semidios hijo de Poseidon.

Sam Worthington (Perseo) en una nueva aventura, pero con resultados pobres.

Cuando planeas ir al cine a ver una cinta específica, y ya no está disponible, te conformas con otra pero con las expectativas bajas. Eso me sucedió con la nueva entrega de Furia de Titanes. Fue la segunda opción, y me dejo un sabor agridulce: ¿Por qué las superproducciones de Hollywood no logran encontrar el equilibrio entre lo visual y el argumento?

En esta segunda entrega de la, seguramente, una saga que durara varios años (por lo rentable que es), la acción es demasiado rápida como para contemplarla. Jonathan Liebesman, el director, construye las secuencias tan apresuradamente que cuando uno empieza a ver los encuadres e identificar a los protagonistas, ya los perdimos. Pero claro, que esperábamos del mismo realizador de Battle Los Angeles (2011) película con velocidad de videojuego. No es reclamo: es un largometraje de acción, se necesita dinamismo en el ritmo. Para emocionar al público y mantenerlo concentrado, es aceptable. Un valor agregado a esto son los efectos especiales, excelentes, muy bien diseñados, sobre todo el usado para crear a Cronos, el Inframundo y la prisión del Tártaro.

Cronos, padre de los dioses. Excelentes efectos visuales.

Las actuaciones, en este tipo de cintas pasan desapercibidas. Sam Worthington sabe que solo su presencia basta, porque no necesita histrionismo para derrotar a los villanos. Los diálogos, superficiales pero sin llegar a ser ridículos, tienen como objetivo mantener al respetable absorto en las luchas, que es lo que busca la gente. A pesar de eso, la presencia de verdaderos maestros de la actuación como Liam Neeson, Ralph Fiennes y Bill Nighy otorga a sus parlamentos un matiz diferente, aunque los que lo hayan escrito no le hayan puesto mayor interés. Rosamund Pike es muy bella y buena actriz, pero no calza en el papel de la reina guerrera Andrómeda, y Toby Kebbell, que interpreta a Agenor, quiere ser gracioso, pero lo logra por lapsos pequeños.

La presencia de Liam Neeson como Zeus y Ralph Fiennes como Hades es destacable.

Una decepción fue que los avances prometían una lucha con los Titanes, una antigua dinastía de dioses anteriores a Zeus, Poseidón y Hades. Pero solo apareció Cronos, padre de estos tres últimos y el más joven de los Titanes. Solo espero que el segundo ataque al que se refería Andrómeda sea la aparición de las demás divinidades, ojala no me equivoque. Una mitología como la griega (tema de por si interesante), merece mas desarrollo de su parte dramática, aunque los conflictos de Perseo, Zeus, Hades y Ares son apreciables: la relación padre – hijo, muy presente en la cinta y el detonante de los conflictos.


De todas maneras no es una mala película. Es regular, solo es entretenimiento.

Rosamund Pike (Andromeda) y Bill Nighy (Hefesto). Ella es protagonista, pero no deslumbra, y el es secundario, pero su papel es fundamental.


LO MEJOR:

  • Los efectos especiales.
  • La presencia de Liam Neeson y Ralph Fiennes.

LO PEOR:
  • Los diálogos.
  • Las pobres actuaciones de Sam Worthington, Rosamund Pike y Toby Kebbell.


CALIFICACION: 2/5



Pais: Estados Unidos
Año:2012
Director: Jonathan Liebesman
Guion: Greg Berlanti
Actores: Sam Worthington, Liam Neeson, Ralph Fiennes, Bill Nighy, Rosamund Pike, Danny Huston, Toby Kebbell, Edgar Ramirez, John Bell
Música: Javier Navarrete
Duración: 99 Min.
Calificación: Mayores de 14 años
Sitio oficial: wrathofthetitans.warnerbros.com/index.html

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