MAN OF STEEL: La odisea de ser un superheroe

Clark Kent (Henry Cavill) es un joven periodista que posee poderes sobrehumanos. Cuando era un niño, fue enviado a la Tierra desde Krypton, un lejano planeta muy avanzado tecnológicamente, Educado en los valores de sus padres adoptivos, Martha (Diane Lane) y Jonathan Kent (Kevin Costner), llega a la conclusión de que esos poderes le exigen grandes responsabilidades: no duda entonces en transformarse en Supermán, el Hombre de Acero, para proteger no sólo a los que quiere, sino también para representar una esperanza para el mundo.

Desde que se anuncio una nueva película de este ya mítico personaje, aumentaron las expectativas al saberse que Christopher Nolan, el responsable de la ultima trilogía de Batman, estaba en las labores de producción del proyecto. Y no decepciona, ya que es un largometraje con mucha acción, intensa, espectacular, y con momentos dramáticos muy emotivos y reflexivos. Sin embargo, ambos ritmos no llegan a coordinar a lo largo del film, que hace que la película pierda continuidad. De todas maneras, el director Zack Snyder le añade un aspecto visual imponente.

Henry Cavill encarna al superhéroe, dotándolo de una humanidad pocas veces vista, haciendo creíble la duda existencial de qué hacer con los poderes que posee, mientras ve que su entorno se derrumba mientras toma una decisión. El General Zod, interpretado por Michael Shannon, es el mejor personaje del largometraje, porque poco a poco apreciamos su verdadera naturaleza, y la entendemos perfectamente con la revelación final. Russell Crowe, Kevin Costner y Diane Lane cumplen sus papeles secundarios con solvencia, cumpliendo con el objetivo de servir de voces de conciencia de Clark Kent. Po otro lado, el papel más decepcionante es el de Amy Adams, porque su Lois Lane adolece de fortaleza y autosuficiencia, dos características que siempre acompañaron al personaje, y se convirtió en la damisela en peligro, sin desarrollar una caracterización plena.

Una de las características del estilo de dirección de Zack Snyder es el aspecto visual (ya lo vimos en 300 y Watchmen). Pero deja de lado su habitual puesta en escena, para mostrarnos una película convencional, pero el ritmo se siente quebrado, abrupto. En contraparte, los sensacionales efectos visuales, con un gran nivel de credibilidad, le añaden calidad a la película. Ademas de una banda sonora perfectamente acoplada a cada escena.

Cada persona tiene un propósito, una meta, un destino, pero para saberlo, debe preguntárselo a si mismo, y a veces, responder esa pregunta lleva toda una vida. La libertad para elegir lo que quieres ser es fundamental, sin ataduras sociales ni familiares de ningún tipo. Pero esa elección tendrá consecuencias hacia las personas que te rodean, pudiendo terminar en el rechazo de los demás. Un largometraje con un mensaje existencialista fuerte, buenas escenas de acción, una banda sonora intensa, y actuaciones en su mayoría solventes. Recomendable.

LO MEJOR:

• El aspecto visual.
• Los efectos especiales.
• Las secuencias de acción.
• Las actuaciones de Michael Shannon, Russell Crowe, Kevin Costner, Diane Lane y Henry Cavill.

LO PEOR:

• El ritmo de la película  por momentos con cambios muy abruptos.
• La actuación de Amy Adams.

CALIFICACIÓN: 4/5

País: Estados Unidos
Año: 2013.
Director: Zack Snyder
Guión: David S. Goyer (Historia: David S. Goyer, Christopher Nolan)
Actores: Henry Cavill, Amy Adams, Russell Crowe, Michael Shannon, Kevin Costner, Laurence Fishburne, Diane Lane, Ayelet Zurer
Música: Hans Zimmer
Duración: 143 minutos.
Calificación: Apta para todos
Sitio Oficial: http://manofsteel.warnerbros.com/index.html